Alfons Molist en ABC: ?El ciclismo no puede perder ninguna de sus instalaciones?
J. A. LORÉN
BARCELONA. La Federación Catalana de Ciclismo afronta un momento muy adverso cuando este deporte consiguió el veinte por ciento de las medallas españolas en los Juegos Olímpicos de Atenas y la mayoría por parte de ciclistas catalanes. La suspensión de la Setmana Catalana y la presunta desaparición del velódromo de Tortosa son los dos puntos esenciales. Alfons Molist, presidente del organismo federativo, comenta de la primera situación que «una víctima del duro proceso de selección del ciclismo profesional ha sido nuestra Setmana Catalana. Los costes de organización son cada día más altos lo que redunda en que la aportación de los mecenas del ciclismo sea insuficiente para continuar sosteniendo algunas carreras».
Ya se intuía
La novedad impuesta por la Unión Ciclista Internacional ya se consideró precipitada de principio y perjudicial para una serie de equipos. Lo dijo, deportiva y caballerosamente, Rubén Peris, presidente de la Sección Ciclista de la Unió Esportiva de Sants, aunque no le afectara porque la Volta estaba incluida en el calendario. Fue un detalle elegante, propio de Rubén.
La Setmana no entró en el circuito ProTour y Unipublic fue adquirida por Antena 3 TV. «Y, a todo ello, se unen la falta de recursos económicos de nuestra Comunidad para el deporte y la independencia política del mundo financiero catalán que no invierte en el ciclismo», comenta Molist, aunque confía en que «el próximo año la coyuntura sea más favorable para el Esport Ciclista Barcelona puesto que si no consigue recuperar la carrera en este plazo mínimo, para el 2007, sería casi imposible volverla a incluir en el calendario internacional».
Otro problema
El ciclismo en pista aportó el veinte por ciento de las medallas olímpicas que consiguió el deporte español en los Juegos de Atenas y, casi todas, firmadas por catalanes. Pero al alza deportiva sucede la contradicción. Explica el presidente Molist que «solamente tenemos seis velódromos y algunos están real y lamentablemente en estado deplorable dada la falta de inversión para su mantenimiento».
Más instalaciones, una necesidad
Ahora el problema se acentúa porque se pretende la desaparición del velódromo de Tortosa, en el que se efectúan entrenamientos y esporádicamente competiciones, para convertirlo en un centro comercial. Alfons Molist entiende, lógicamente, que «el ciclismo no puede perder ninguna de esas instalaciones, al contrario, necesita más y actualizar las que están en funcionamiento» por lo que pide que «todo el colectivo ciclista debe movilizarse para salvar esta instalación implicando al consistorio municipal de Tortosa y a la máxima autoridad deportiva de Cataluña». Es de esperar.
El presidente entiende y valora que «el ciclismo profesional vive una época de crisis debido a diversos factores y la propia exigencia de este deporte es uno de los principales porque además, en algunos casos, se traspasa el límite de lo permitido con la mente en los resultados. Este deporte tiene encima la espada de Damocles y si no se reconduce urgentemente este tema, los patrocinadores, que hoy exigen resultados, acabarán abandonando nuestro deporte». Por ello cree que «urge renovar el sistema de competición, hay que buscar otro que siga ofreciendo espectáculo sin ser sobrehumano y es una cuestión que está en las manos de la UCI».
Entrevista publicada al Diari ABC el 13 de febrer